World AI Creator Awards, así es el primer concurso de belleza con inteligencia artificial del mundo
- Fatima Soto

- 4 jun 2024
- 6 Min. de lectura
La idea de un concurso de belleza con IA puede parecer risible o grotesca, según a quién se pregunte. Pero los World AI Creator Awards reflejan algo más profundo de la cultura moderna de los influencers.
Cuando el poeta John Keats escribió en "Oda a una urna griega" que "la belleza es la verdad, la verdad la belleza", probablemente no tenía en mente a los influencers.
Quizá debería haberlo hecho
En abril, Fanvue, una plataforma de creadores con base en IA que se sitúa entre OnlyFans y Cameo en términos de servicios, lanzó lo que denomina el "primer concurso de belleza del mundo para creadores de IA". El lunes, los World AI Creator Awards anunciaron las 10 semifinalistas del concurso. Elegidas entre más de 1,500 aspirantes, compiten por la oportunidad de convertir a Keats en un mentiroso y por un premio valorado en unos 20,000 dólares.
Entre las 10 finalistas se encuentra Seren Ay, una impresionante pelirroja turca que a veces aparece realizando trabajos tradicionalmente masculinos en su país, como electricista o bombero. También es una viajera del tiempo, que publica "fotos" con velocirraptores y con el primer presidente turco, Mustafa Kemal Atatürk.
Además está Aiyana Rainbow, una motociclista y DJ rumana cuyos creadores han decidido que es homosexual; algo que anuncian tanto a través de su nombre como de su melena arco iris perfectamente alborotada, y Kenza Layli, una influencer marroquí que lleva hiyab y que ya promociona de todo, desde productos de higiene personal hasta turismo local. Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que, según un estudio reciente, casi la mitad de los encuestados de la Generación Z en EE UU y el Reino Unido se mostraban "más propensos" a interesarse por una marca si sabían que tenía un portavoz con inteligencia artificial.
Guapas de mentira
Aunque las finalistas de Fanvue tienen orígenes muy diversos, todas son guapas con mayúsculas, y cada una posee una combinación sobrenatural de cuerpo musculoso (pero no demasiado), rostro despampanante y ese tipo de personalidad efervescente que solamente existe en la cultura de los influencers. Sus aficiones y causas (¡Moda! ¡Inclusión! ¡Viajar! ¡Desequilibrios hormonales!) son lo suficientemente interesantes como para hacerlas apetecibles tanto para los seguidores como para las marcas. Sus pies de foto (algunos de los cuales están escritos por personas reales y otros por IA) suelen estar llenos de tópicos sobre lo linda que es la vida.
Aunque todo esto pueda parecer superficial, en el mejor de los casos, estas bellezas totalmente falsas no son tan diferentes de las participantes en concursos de la vida real, especialmente en 2024. Hilary Levey Friedman, socióloga que estudia los concursos de belleza y cuya madre fue Miss Estados Unidos, dice que no cree que la idea de un concurso de belleza con inteligencia artificial sea gran cosa, teniendo en cuenta "la larga práctica en los concursos de mejorar lo que tienes", ya sea cirugía, extensiones de pelo, bronceados falsos o dientes de vaselina.
Según Friedman, en las redes sociales y en los retratos, las concursantes suelen recurrir a la aerografía y a trucos de cámara para realzar sus imágenes, algo que nunca se ha considerado negativo en el sector. Sin embargo, a la hora de la verdad, sigue habiendo un ser humano detrás de esa cuenta y en ese escenario, viviendo y respirando bajo todas esas luces y esos filtros.
Lo que le diferencia de un concurso de IA, de acuerdo con Friedman, es que las concursantes de Fanvue son producto de sus creadores. "Se basan en todos esos estereotipos que tenemos sobre lo que es una 'mujer guapa'", señala, "y la gente que tiende a usar IA puede tener una idea distinta de lo que puede ser una mujer atractiva. Puede que tenga el pelo rosa, pero seguirá estando dentro del ámbito de la belleza tradicional, con un cuerpo delgado o sin muchos lunares en la cara".
Para que conste, el concurso de Fanvue, al igual que los concursos de belleza humanos, ungirá a una ganadora con base en algo más que las apariencias. Sin embargo, a diferencia de otros concursos, los World AI Creator Awards tienen en cuenta aspectos como la "influencia en las redes sociales" y la forma en que los creadores han utilizado las instrucciones para crear a sus concursantes. Los ganadores se anunciarán a finales de este mes.
Berat Gungor, uno de los creadores de Seren Ay, destaca que "en la IA no se puede crear una cara fea", aunque matiza que ningún rostro humano es realmente feo. Aunque es bastante fácil para los novatos en la generación de imágenes acabar con rasgos borrosos y manos raras, Gungor explica que su experimentado equipo fue capaz de crear un grupo inicial de 300 mujeres hermosas en Stable Diffusion, eligiendo finalmente el rostro de Seren Ay entre la multitud porque "parecía una persona real".
¿Y qué es bello?
El grupo de finalistas de Fanvue, delgadas, bellas y de piel clara en su mayoría, refleja lo que descubrió The Washington Post cuando encargó a Dall-E, Midjourney y Stable Diffusion la creación de mujeres bellas. Afirmando que los programas tendían a "orientar a los usuarios hacia una visión sorprendentemente estrecha del atractivo", el Post informó la semana pasada de que, en las miles de imágenes que generó, casi todas eran delgadas, de piel clara a media y jóvenes (apenas el 2% de las imágenes de "mujer bella" mostraban signos visibles de envejecimiento).
En cierto modo, esas imágenes reflejan el grupo del que se extraen. "Cómo se representa a la gente en los medios de comunicación, en el arte, en la industria del entretenimiento... la dinámica de todo ello se traslada a la IA", explica al Post Sandhini Agarwal, responsable de IA fiable de OpenAI.
Pero si las imágenes del mercado de masas de mujeres delgadas y guapas dan lugar a imágenes generadas por la IA de mujeres delgadas y guapas, que luego se convierten en influenciadoras generadas por la IA, creando imágenes que se retroalimentan en la corriente colectiva de los medios de comunicación, ¿no acabará la serpiente comiéndose su propia cola? ¿Y qué significa esto para quienes no somos tradicionalmente bellas, cuyas proporciones busto-cintura-cadera no se ajustan a los estándares online de Barbie o simplemente no podemos permitirnos el mantenimiento de una melena perfectamente peinada?
Más que nada, significa que la brecha entre el influencer humano y el influencer de la IA se hace más profunda. El peinado multicolor de Aiyana Rainbow, por ejemplo, existe para llamar la atención. Además, parece que a la IA generativa le encanta dar a las personas queer cabellos de colores. Crear a alguien con el pelo castaño o a una madre jardinera de 50 años, por ejemplo, no habría proporcionado el gancho visual necesario, por muy poco realista o estereotipado que fuera ese gancho.
Imperfecciones digitales
Aiyana Rainbow no es perfecta al cien por cien (su cara, señalan sus creadores, no es del todo simétrica), pero cualquier aficionado que haga scroll rápido difícilmente notará algún defecto.
Sin duda, a las marcas no les interesa apostar por creadores cuyas imágenes no sean lo más perfectas posible. Y aunque en los últimos años parece haber un amor generalizado por los famosos que son "auténticos" en la red (véase el relativo éxito de actores "que no dan una mierda" como Renee Rapp, Nicola Coughlin y Dakota Johnson en las giras de prensa, por ejemplo), eso no significa que las vidas cuidadosamente curadas de los influencers (reales o generadas por IA) no estén siendo recompensadas igualmente.
El cofundador de Fanvue, Will Monange, señala que su servicio cuenta actualmente con "miles de creadores de IA que ganan dinero mensualmente" en su plataforma, un número que parece haber crecido exponencialmente en el último año. Influencers de IA como Aitana López, cuyos creadores son los jueces del concurso de Fanvue, también lo están haciendo bien, con cientos de miles de seguidores interesados en los gustos, intereses y fotos de lencería virtuales de López. Incluso juega a Fortnite en línea.
Los creadores de Seren Ay indican que su muñeca online recibe consultas en busca de consejos sobre relaciones, que ella está más que feliz de proporcionar, y Kenza Layli, la finalista del concurso marroquí, obtiene alrededor de un 5% de tasa de participación en sus mensajes.
No está de más que, además, sean guapas. Sí, pero del mismo modo que duele que la sociedad valore un estándar específico de belleza, ya sea en un ser humano o en una creación de la IA. En un mundo en el que millones y millones de personas siguen a personas influyentes que saben, conscientemente o no, que nunca conocerán o con las que nunca establecerán una conexión significativa, un concurso de IA como el de Fanvue es un síntoma de un problema mayor, no un presagio de una fatalidad inminente.
Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.











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